¿Qué es para mí un sueño? Nos hablan continuamente de que tenemos que soñar y tenemos que cumplir nuestros sueños; por otra parte nos dicen que hay que ser realistas y andar con pies de plomo. Entonces en que quedamos ¿Sueño o soy realista? Porque como sea una soñadora realista, voy a soñar cosas muy básicas, y seguramente ni las conseguiré. Qué si, que ser pragmático está muy bien y que las cosas se “deben hacer con cabeza”. Pero en los sueños primero viene la emoción, el querer hacerlo con todas tus ganas y ya después pensar en el “cómo”.
Los sueños y la gente que pelea por ellos están muy
cotizados y no económicamente, que en mi opinión también; pero cuando te
encuentras a alguien que ha cogido la mochila y se ha ido a África de
voluntariado, o que ha montado una empresa de algo que ni tú habías imaginado o
yo que sé, porque alguien creativo y soñador es eso, algo que no te esperas.
Cuando te encuentras alguien así lo admiras, le escuchas con toda tu atención,
sientes que puedes aprender de él y eso para mí es “cotización” y una cotización
muy valiosa y enriquecedora.
Un sueño no es ir andando a la luna, o cruzar el Atlántico a nado. Un sueño es hacer algo que te apasione, ilusiones y que sobre todo te saque de tu zona de confort. Esa zona donde la mayoría está a gustito: sin sustos que pasar, malos tragos, sin apuestas y por supuesto, sin la opción a ganar.
Llevo un tiempo observando la sociedad, una sociedad donde
casi todos los sueños se destinan a ser el mejor laboralmente y a tener una
familia y un físico perfecto. Una sociedad que compite por ser el mejor en
todo, menos en ser LA MEJOR VERSIÓN DE SI MISMO. Da igual en muchas ocasiones a
quien pises, o si lo que haces es justo o no, da igual el dinero que te gastes
en “educarte” es lo que hay y parece que tener 3 máster es lo más importante
porque sino no te cogen en ningún lado.
Esto sin duda se aleja y mucho de mi visión de soñar. ¿De qué
sirve un título si a lo mejor ese día has copiado en el examen? Pues de mucho,
pero a la vez de nada. Siempre me ha dado bastante igual las notas que saco
(dentro de un parámetro), me aburre estudiar algo que se me termina olvidando,
porque lo que realmente se me queda es lo que vivo, lo que leo, lo que me
cuentan, lo que escucho; en definitiva la EXPERIENCIA es la que realmente me enseña,
ir a clases, ir a cursos dónde mi atención está en la persona, no en que tengo que copiar todo porque sino me
pierdo cosas para el examen, adoro que me digan que algo no entra para examen, sólo por el hecho que escucho todo, me da tiempo a impresionarme, me da tiempo a pensar en porqué lo dice, me da tiempo a reflexionar sobre lo que me parece etc. Ahí es cuando realmente aprendo, cuando realmente digo ESTO SÍ ¿Pero un taco de 100 folios? Me aburre más que nada, pero bueno gracias
a ese taco que debo estudiar y debo invertir tiempo, divago por mis sueños.
¿Cómo quiero vivir? ¿Qué cosas son mi prioridad? ¿Qué viajes
quiero hacer?
Todos nos lo planteamos, pero por favor, hay que dejar de
plantear y hacer. Y para hacer hay que buscar un cómo.
Sin duda para mi, una buena de saber si algo es, realmente, el sueño de alguien es el tiempo que le dedica a eso: a buscar información, a
buscar alternativas, al ver el cómo, a ver lo malo y lo bueno.
Hace unos días me dio un bajón y no tenía ganas de hacer
casi nada. Hago una carrera que me gusta, pero odio estudiarla. Voy hacer en un
año las prácticas que en teoría es algo positivo, pero para ello tengo que
competir, tengo que rebuscar notas y cursos por todos los lados, tengo que
preguntar que quiere la demás gente y me tengo que callar la boca, o por lo menos intentarlo, para que no
sepan lo que tú te has pedido y así evitar dar ideas a personas con más nota que tú. Asqueroso, pero real.
¿Así quiero hacer yo realidad mi sueño de ser psicóloga?
Absolutamente no, ahora lo tengo que hacer y estudiaré sin ganas y tendré que
competir y ser “egoísta” para conseguir hacer prácticas a un sitio que por
lo menos me guste muchísimo. Pero ¿después? Tengo muy claro que mi forma de
hacer mi sueño realidad no va a ser ese. Y quizás hoy por hoy no dedique muchismo tiempo a
estudiarme algo de memoria, pero sin duda le dedico más aún a mis proyectos,
al cómo llegar a ese destino de la forma que yo quiera.
La gente opta a trabajar “para”, la gente opta a tener mucho
“títulos”…
Y cuando cuentas lo tuyo parece raro; parece raro que con 20
años quiera trabajar en verano para poder hacer ciertos sueños realidad, parece
raro casi hasta que te guste pensar demasiado, o por lo menos así lo percibo yo.
Amo a la gente soñadora y os invito a ser soñadores. Os
invito a que disfrutéis del presente pero miréis al futuro. Lo miréis con
ganas. Con ilusión. Con optimismo. Con sacrificio. Con esfuerzo y sobre todo
con admiración.
Soñar es muy bonito, pero hacer y realizar mucho más. Y
cuando ves que tu esfuerzo, sea el que sea. A
mi no me gusta estudiar, otros para realizar su sueño tendrán que hacer
eso y estarán dispuestos a hincar los codos al máximo, que es totalmente respetable.
Yo para irme a Australia por ejemplo estoy
dispuesta a pasarme horas buscando información, o trabajar en momentos que mi cuerpo me pide diversión. Cada uno tiene que saber cuales
son sus sueños y cual es el sacrificio que quiere y puede hacer para
conseguirlos.
No busques la motivación en otros, la tendrás seguro, pero no
la busques; búscala en ti. Porque la gente es bastante realista, y bastante
poco soñadora y te van a poner muchos contras, te van a regalar millones de
consejos que seguramente sirvan para quitarte energía que puedes invertir
trabajando en hacer ese sueño realidad.
Atreveros a soñar, y sobre todo atreveros a soñar lo que
VOSOTROS queráis soñar, no lo que la sociedad, tus padres o yo que se quien te
diga o te inculque que tienes que soñar. Los sueños son tuyos, el esfuerzo lo
vas a realizar tú. Así que TÚ SUEÑAS TUS SUEÑOS.
“No intentes construir un muro perfecto, coloca cada ladrillo de la mejor forma que lo puedas colocar y así al final lograrás un muro maravilloso".
y recordar: se puede partir de una locura, pasar por un sueño, que continúe en una meta y que al fin se haga realidad. TÚ eres el que lo decides.
